jueves, 18 de marzo de 2021

El ‘Ser una escalera’ y otras formas de introspección: Una reseña del cuento “El salto evolutivo” de Rosa Beltrán.

 Jacopo Barbari

Una mujer, anónima, brinca de un psicólogo a otro, en lo que parece ser en un solo parpadeo. Con una atmósfera asfixiante, la protagonista lidiará con psicólogos de diversas corrientes terapéuticas. Así pues, es una suerte de crítica a los procedimientos que hacen los expertos, en situaciones similares a la de la protagonista. El objetivo de ésta es superar la ruptura con su ex marido y aceptar su soledad.

Haciendo referencia a Sigmund Freud y guiñándole el ojo a los postulados darwinistas sociales, Rosa Beltrán crea una sátira que mira desde la frase la supervivencia del más apto, como una clase de microscopio, ventana que proyecta el comportamiento humano llevándolo a lo absurdo, a lo humorístico. La misma protagonista se siente identificada con Gregorio Samsa, o, sugerido por uno de sus psicólogos, con una escalera. Además, el anonimato de la protagonista nos sugiere que es la misma Rosa Beltrán. Sobre su escritura, cabe destacar los deslizantes cambios de espacio-tiempo, manejados magistralmente, y  los diálogos, frustrantes e hilarantes.

Rosa Beltrán, nacida en 1960, cursó la licenciatura de literatura hispánica en la UNAM, así como un doctorado en literatura comparada en la UCLA. Fue elegida como miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua el 12 de junio de 2014. Ha sido publicada por Seix Barral y Editorial Alfaguara.

Material de Lectura, donde se nos presenta una recopilación de los cuentos “Supervivencia del más apto”, “El origen de las especies”, “Teoría de la adaptación” y el “El salto evolutivo”, mantiene los mismos enredos psicológicos y el mismo interés por las teorías de Darwin y vertientes similares, los cuales surgieron posteriores a su novela El cuerpo expuesto. Publicado por la UNAM, fue presentado en el marco de la Edición 42 de la FIL del Palacio de Minería, este 2021.

*Tarea para un taller de Casa del Lago, UNAM que me apeteció publicar por aquí también.*
*Recuerden tengo 20 años, soy torpe aún.*