martes, 5 de febrero de 2019

Mis 12 lecturas preferidas de 2018.

Andrey Remnev

12. El queso y los Gusanos de  Carlo Ginzburg (Editorial Océano de México)
11. Las tumbas de Saint-Denis de Alejandro Dumas (Valdemar)
10. Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki (Valdemar)
9. El gran dios Pan de Arthur Machen (Valdemar)
8. Los elixires del diablo de E.T.A. Hoffmann (Olañeta Editor)
7. Frankenstein de Mary Shelley (Cátedra)
6. Los hermanos Karamázov de Fiódor Dostoievski (Debolsillo)
5. Melmoth el Errabundo de Charles R. Maturin (Valdemar)
4. Pan de Knut Hamsun (Aguilar)
3. Pálido Fuego de Vladimir Nabokov (Anagrama)
2. El monje de Matthew G. Lewis (Valdemar)
1. El Maestro y Margarita de Mijáil Bulgákov (Editorial Alianza)



Es gracioso. Hasta ahora, los "peores" años de mi corta vida han sido el 2016 y el 2017. Años terribles, tontamente horribles. 
Como siempre, gracias a los visualizadores de mi pequeño y triste blog. Y una disculpa con respecto a la inactividad presente en mi blog. La vida se cruza en tu camino, te complica las cosas. Comparo mis 44 posts del año pasado, posts que además cuentan con un gran trabajo detrás, con mis 23 posts de este año. Casi la mitad. Y casi todos reseñas literarias. ¿Qué me ha pasado?
No puedo prometeros que este año me tendrán más aquí, me tendré más aquí, pero me esforzaré en encontrarle un huequito en mi tiempo a Lunas y Nínfulas. Gracias, 2018, un mes y cinco días después.

viernes, 1 de febrero de 2019

18.


Me habían dicho que crecer era algo mórbido, indeseable, desdeñoso. Yo, torpe de mí, creía lo que cualquier cordero sin criterio me repetía, a forma de teléfono descompuesto.
Qué feliz es ser feliz. Qué alegre el estar alegre de mi presente. ¿Porqué no pudo haber sido antes como lo es ahora? Vendrán tormentas nuevas a mi vida, sean pequeñas, sean enormes.
Sólo espero no me derrumben.
Perdón por ya no escribir tanto. Me siento una desastrosa, pero es que estoy demasiado ocupada, demasiado enfocada en mi profesión. Apenas y esté más establecida con mis nuevos proyectos, con mi nueva vida, aquí me tendréis de nuevo.
Feliz de ya no exigirme ser una nínfula.
18, Sierva María, ya no necesito me recuerdes la edad que tengo. La he recordado. 18. Ya está.