lunes, 22 de enero de 2018

Una biblioteca con muchas nínfulas por aquí y por allá o unos libros con ellas que os recomiendo: parte II (perdonad mi obsesión).

Alphonse Mucha

Y aquí me tenéis el mes de enero de 2018 con más nínfulas, ninfetas, magos y hechiceros. Soy una necia. Primero y antes que nada, quiero agradecer a Anna Gómez Llanos (besos, guapa) por múltiples recomendaciones de títulos ninfulescos, sacados de su estantería y que muy linda me mandó por Messenger e Instagram. Y otros de Luna Miguel, de nuevo. Los siguientes títulos enlistados fueron sacados de ellas.

1. Ceniza en los ojos de Jean Forton
2. Diario de Lo de Pia Pera
3. Territorio Lolita de Ana V. Clavel
4. La locura que viene de las ninfas de Roberto Calasso
5. Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides
6. El hombre que amaba a las niñas: Correspondencia y retratos de Lewis Carroll
7. Lo que dijo Harriet de Beryl Brainbridge
8. Nabokov y su Lolita de Nina Berberova
9. La flaqueza del bolchevique de Lorenzo Silva
10. The Lolita Effect de M. G. Durham

El único libro de los anteriores mencionados que poseo, es, "Territorio Lolita" y, ¡vaya joya! Es un ensayo sobre las nínfulas, su creación, apariciones y demás. Me lo pedí vía internet, apenas supe de su existencia. Es de la editorial Alfaguara.
De lo poco que he podido averiguar por google y similares, aquí os resumiré en una línea o dos (como mucho), la premisa de los libros.
Ceniza en los ojos trata sobre el cortejo a una joven de dieciséis años por parte de de un señor mediocre y fracasado, quien cuenta con más de treinta y cinco años. En el Diario de Lo, Pia Pera retoma los personajes de Nabokov, cambiándoles alguna vocal o consonante de sus apellidos, y retoma su historia, ya que para ella Dolores no murió en parto, y H.H. no falleció de trombosis coronaria en la prisión. De ahí parte su historia, la cual se cuenta desde el punto de vista en Lolita, en vez del de Humbert. Yo os dije de qué trataba Territorio Lolita, pues no es un libro de ficción, es un ensayo. Lo estoy leyendo en estos momentos al mismo tiempo que leo a Kafka. En La locura que viene de las ninfas, Calasso nos brinda un ensayo sobre la posesión, la obsesión y el deseo hacia las ninfas, como la obsesión de H.H. con Lo, de Kafka con Frau Tschissik, entre otros. La novela más conocida de Jeffrey Eugenides, Las vírgenes suicidas, cuenta la historia de un grupo de hombres que, veinte años después del suicidio de las cinco hermanas Lisbon, mujercitas entre los trece y diecisiete años, investigan e indagan sobre el enigma que les rodeaba a esas criaturas, que tanto les fascinaron en su juventud  y les siguen fascinando. Como el título lo menciona, El hombre que amaba a las niñas, recopila la correspondencia de Lewis Carroll, relacionada a su obsesión por retratar a pequeñas ninfas, entre ellas a Alicia Liddell. Lo que dijo Harriet relata el reencuentro de dos amigas, la narradora anónima y Harriet, quienes deciden jugar sucio y seducir a un hombre mayor, infelizmente casado, sin pensar en las consecuencias. Otro ensayito resulta ser Nabokov y su Lolita, donde Berberova analiza a la pequeña nínfula y en general a toda la obra de Vladimir Nabokov. La flaqueza del bolchevique trata sobre la obsesión del protagonista por la joven de quince años Rosana, quien resulta ser la hermana de una ejecutiva a la que el protagonista se prometió acosar y agredir moralmente por un choque de auto que tuvieron. Y finalmente, en The Lolita Effect, Durnham investiga sobre la sexualización de las jóvenes en las redes sociales. Recordad, -si hay un error en la sinopsis redactada por mí-, que no los he leído, ni los tengo en mis manos. Pero vaya que me los leeré todos, toditos.
Aquí la primera parte.

Fuentes:
Jándula, Daniel, 2012, "Un pobre seductor que hace promesas de borracho: "Ceniza en los ojos" de Jean Forton", http://revistadeletras.net/un-pobre-seductor-que-hace-promesas-de-borracho-ceniza-en-los-ojos-de-jean-forton/

sábado, 20 de enero de 2018

Aquél pobre monje que se enamoró de un ser dejado de la mano de Dios: pequeña reseña de "El monje y la hija del verdugo" de Ambrose Bierce.

Lizzie Siddal

El año pasado fui a la feria del libro que acontece en mi pequeña ciudad, cada mes de febrero. Unos días posteriores a mi cumpleaños, como unos quince. No recuerdo con claridad. Había un stand sólo para los Libros del Zorro Rojo, editorial preciosa y de mis preferidas. Me compré Tráeme tu amor y otros relatos del buen Kowski, libro que pensé comprarme en 2016, pero como desconocía la obra de Bukowski, temía sufrir una decepción. Pues este año, como seguidora de nuestro querido bolinga, me lo compré.
Sabía de la existencia de El monje y la hija del verdugo, todo gracias a las ilustraciones de Santiago Caruso, y porque en ferias del libro anteriores, la portada había captado mi atención. Entonces, como os decía, decidí el día después de comprarme el librito de Kowski, ir a husmear de nuevo al stand de los Libros del Zorro. La feria dura tres días, para aclarar.  Este libro era uno de los más costosos, y yo, como ignorante de la obra de Bierce y los clásicos góticos de terror, me cuestioné múltiples veces el comprarlo o no. Pero las ilustraciones me terminaron convenciendo y me llevé el libro a casa.
Hace dos semanas me compré El Diccionario del Diablo, también de Ambrose Bierce. Y me lo compré, literalmente (no me matéis), por la bonita portada de la edición de Valdemar (¡Michael Pacher! ¡Leonard!), sin reconocer al autor. Le pregunté a mi eme varias veces si conocía a un tal Ambrose Bierce, pues se me hacía muy conocido el nombre, a lo que ella me respondía negativamente. Después de varios días devanándome los sesos intentando recordar de dónde conocía a Bierce, ocurrió que, presumiéndole a mi mamá de mis nuevas adquisiciones (entre estas, El Diccionario), Google me sugirió a Ambrose como el autor de El Monje y la hija del verdugo. ¡Es él, es él! ¡El mismito!
Doce meses después, milagrosamente, me decidí a leerlo.
Un grandísimo error que cometí fue haber prejuzgado este libro como literatura de terror. No, no es terror. Es suspenso gótico, a mi parecer. Así que si os apetece leerlo (que vale la pena), les aviso que nonono, realmente no contiene material perteneciente a la literatura de terror.

"Tuve a pesar de todo la temeridad de sostener firmemente mis argumentos, y con la humildad adecuada cuestioné la justicia de tratar a esas personas como criminales, por el mero hecho de formar parte del mecanismo utilizado por la ley para castigar a los delincuentes. El hecho de que en la iglesia al verdugo y a su familia les es asignado un rincón oscuro y apartado, exclusivo para ellos, no puede apartarlos de nuestro deber, como servidores del Señor, de predicar el evangelio de justicia y perdón y de dar un ejemplo de amor y piedad cristianos. Sin embargo mis hermanos se enojaron de tal forma conmigo, y sus voces resonaron atronadoras en aquella desolada región hasta un punto tal, que comencé a creerme un gran pecador, a pesar de que no lograba entender cuál podría haber sido mi error. Lo único que me quedó por hacer fue confiar en que el Cielo fuese más clemente con nosotros de lo que nosotros lo éramos con nuestros semejantes. Al pensar en la joven, fue un consuelo para mí recordar que su nombre era Benedicta. Puede que sus padres la hubiesen bautizado con ese nombre sabedores de que nadie más la bendeciría nunca."

El monje y la hija del verdugo
La historia arranca  en 1680, cuando tres monjes, entre ellos el hermano Ambrosio, un monje franciscano, son enviados a residir en un monasterio a los alrededores de Salzburgo; en lo alto de las montañas, perdido entre bosques infestados de osos y "seres malignos". Ahí, después de establecerse en su nuevo hogar, Ambrosio conoce a una bella joven llamada Benedicta, quien resulta ser la hija del verdugo. Ella dedica su tiempo a ahuyentar a los buitres lejos de los cuerpos de quienes su padre recientemente colgó. Ambrosio comienza a sentir una atracción "pecadora" -puesto tiene que entregar su corazón solamente a uno y a nadie más: a Dios-, por lo cual se culpa a sí mismo continuamente y se excusa pensando que solamente siente un amor fraternal hacia Benedicta.
Después de ciertos acontecimientos, el hermano Ambrosio es enviado a retirase a la soledad de las grandes montañas, para depurar su alma. Es ahí donde logra llegar a una amistad más íntima con Benedicta, ya que resulta que ella vive por dichos desolados rumbos.
Y acaece la tragedia. De sorpresa, sin aviso alguno.
La historia esta narrada en primera persona, a modo de diario, por el hermano Ambrosio.
Ésta es la única obra novelizada de Ambrose Bierce. Una obra cumbre de la literatura gótica norteamericana.

"La exquisita figura de la chica se destacaba espléndidamente junto al macizo de flores plateadas que crecían en el arbusto a cuyo lado se había parado; y sucumbí a la tentación de observarla un instante. Erguida y esbelta, me contempló mientras me acercaba, a pesar de que me pareció ver un destello de miedo en sus enormes ojos oscuros, como si temiese que pudiese hacerle algún daño. Ni siquiera al llegar más cerca realizó el gesto de adelantarse -como suelen hacer mujeres y niños- para besar mis manos."

La edición tan bella de Libros del Zorro Rojo
Es un libro pequeño. La edición de Libros del Zorro Rojo cuenta con tan solo 137 páginas, y eso agregándole que contiene ilustraciones, lo cual lo hace incluso más breve. El libro es de tapa dura con sobrecubiertas. Cuando se le quitan éstas, me gusta incluso más; es una pequeña cabra con una cruz atravesada en el pecho, color blanco sólido en un fondo negro.
Como ya conté, lo que me arrastró a comprar este libro son las ilustraciones de Caruso. Maravillosas. Mi editorial preferida, además de Anagrama, es Valdemar. Bueno, pues los libros de terror y suspenso publicados por Libros del Zorro Rojo están al nivel. Y además ilustrados. Válgame.
En conclusión: un libro que puede ser entremés entre lecturas, fascinante; cuenta con un ambiente tétrico, sofocante, personajes excéntricos. Un pequeño relato de suspenso con ilustraciones bellas. Joyita para las estanterías.

jueves, 11 de enero de 2018

Los libros que he leído el segundo semestre de 2017 y un pequeño (no, no tanto) comentario de cada uno.

Sascha Schneider

Para ver la primera parte de este post, haced click aquí.

Ha llegado el momento de hacer una pequeña recopilación de mis lecturas leídas entre Julio y Diciembre de 2017. Recuerden: son opiniones subjetivas, vistas desde mi punto de vista procaz, juvenil y gregario, así que por favor, no me matéis si mis comentarios parecen sacados de la basura. Gracias. ¡Y, como os dije en la primera parte de mis lecturas, sigo en lo mismo! ¡Qué novedad! Sigo de sarcástica, además de seguir con mis riffs iomminianos. Me tomo más tiempo dedicado a la ilustración, por fortuna y por mencionar una mejora. Más, más basiliscos y gallos. Y ahora agregadle sapos, ranas, ratones y pájaros. Y muchas ganas de seguir con este pequeño blog.

19. Porno de Irvine Welsh (Anagrama) De este libro me gustaría quejarme un poco. Me ha gustado, sí, mucho, pero tiene una tinta a fan-fic, más que a continuación de Trainspotting, lo cual me ha atrofiado un poco el cerebro. Y fue peor esa sensación después de haber visto la película (que también me agradó, va, más no me encantó). Si os ha gustado muchomucho Trainspotting no os recomendaría leerse éste, digo, podría Trainspotting ser un libro conclusivo y ya está. Pero si os gusta mucho el mundillo de Welsh, qué va, ¡leedlo! Yo lo he tomado como un librito "extra" de las hazañas de Franco, Mark, Simon y Daniel Murphy, que me vuelven loca y soy una fanática. Sí, si Irvine sacase otra continuación (no cuenta Skagboys, ¿eh?, además es precuela) me la leería sin rechistar. Lo único que realmente me echó para atrás de Porno fueron sus personajes mujeres. Insufribles.

20. El Golem de Gustave Meynrik Mi eme me recomendó con todo su corazón este libro. Sí conocéis un poquito mis locuras y obsesiones, sabéis mi fanatismo por el Rabino Loew. Bueno, pues, para resumir, el Rabino Loew es quien creó el Golem. Así que mi eme escogió bien. Ahora, este libro no trata sobre el Golem o el Gran Rabino, sino, sobre un barrio en Praga donde el mito del Golem es repetido y hostigado una y otra vez por los residentes, quienes están muertos de temor a la "posible" aparición del Golem. Athanasius Pernath, joven que presencia diversas atrocidades relacionadas al mito del Golem, se supone tiene un pasado de demencia y locura, por lo cual todas sus vivencias las cuestiona si son producto de su imaginación o son verídicas. Me podría poner a largar mucho más sobre uno de los mejores libros que he leído este año, pero, ¿sabéis qué? Haré una reseña, sí o sí. ¡Me hizo tanta ilusión este texto! Aquí tenéis un dibujito cutre de Meynrik.

21. Baudolino de Umberto Eco (Lumen) Si fueseis mi mamá creo entenderíais mi obsesión con este librito. Mi favorito de 2017, vaya que sí.  Pobre de mi mami, le atosigué tanto con Baudolino que ahorita mismito lo alucina. Lo leyó embarazada de mí, y le gustó, pero creo no tanto como a mí. Ella es más de El Nombre de la Rosa. 
Es una mezcolanza de tópicos, os lo confieso: que si los Reyes Magos, que si el Santo Grial, que si el vacío, que si Pndapetzim, que si Núremberg, que si los hunos blancos, que si faunos, centauros y ninfas, que si Federico Barbarroja, que si reliquias y falsificaciones de ellas... ¡Todo un revoltijo! Pero a la pluma de Umberto Eco, todo resulta mágico, maravilloso. Cité una pequeña discusión entre Borón y Adrzouni en el blog. Y un post con algunas criaturitas de Núremberg.

22. Fáctotum de Charles Bukowski (Anagrama) Este librito lo saqué de la biblioteca de mi pueblito. Recién haber finalizado Baudolino necesitaba algo que llenase mi alma; me decidí por el autor que me ha sido de salvavidas en etapas melancólicas de mi vida: Kowski. Qué más puedo decir que Bukowski siempre será de mis autores preferidos. Creo este es el primer libro recolector de relatos que leo de él. Los demás han sido novelas. La edición viejita de este libro (verde fosforescente) me agrada más que la nueva (roja), así que eso, extrañamente, me hizo disfrutar estéticamente más del libro (a pesar de tener una atroz etiqueta que aclama que el libro es perteneciente a la biblioteca).

23. Acid House de Irvine Welsh (Anagrama) Otro sacado de la biblioteca. Lo peor de todo es que yo no tengo credencial ni permiso de la biblioteca para sacar libros, pero mi querido siempre me salva de apuros, ¿a que sí? Y también era otra edición más vieja, y bonita. Pues, el libro es bueno. Tiene unos relatos flipantes y súper destacables. Otros poco memorables y hasta confusos. Ya sabéis, Welsh. Es un genio, pero aveces creo se presiona mucho. ¿Os lo recomiendo? Absolutamente. Y vale muchísimo la pena la mini novela que viene al final, Un Listillo.

24. El Libro de Monelle de Marcel Schwob (Clásicos Tomo) Olvidadme, y os seré devuelta. Pero qué bonito libro, muy muy bonito. Mi edición cuenta con otros cuentos de Marcel Schwob, además de El Libro de Monelle. Aquí podéis ver un fragmento que compartí en el blog.
Gracias a la bella Luna Miguel, Luna Monelle, LunaLunaLuna por divulgar este libro, y por ser el mayor motivo que me decidió a iniciar este blog.

25. El Ojo de Vladimir Nabokov (Anagrama) ¡Vaya librazo! Podéis ver mi reseña aquí, aquí, aquí. Fue la sorpresa del año; lo compré dudosa, un poco "al aventón". Me fié porque el autor es Nabokov. Pensé ¿qué puede salir mal con un libro de Nabo? Además es cortito. Pues vaya que es un buen libro corto. Un poco extraño, dudo que a todo el mundo le agrade. Se volvió un poco mi librito personal. Me fascinó, no me preguntéis porqué. La trama tan pequeña, pero tan cómica, tan psicótica y original, hostia. ¡Maravilloso, lo repito, maravilloso!

26. El Vizconde Demediado de Italo Calvino (Siruela) Otra pequeña maravilla del 2017. Leí a Calvino por la razón más trivial: fue influencia de Umberto Eco. Además este libro es de fantasía, tomando a juego la división de personalidad, la dualidad. Es una historia pequeña, de la que pronto hablaré ampliamente en el blog.

27. Pulp de Charles Bukowski (Anagrama) La señora muerte. El gorrión rojo. CélineCélineCéline. Céline sigue vivo. Henry Chinaski. Nick Belane. Es el mayor absurdo que he leído. Fue un regalo de mis padres. Me gustó, me encantó. Me gustan los absurdos de tales dimensiones. Me he considerado si hacer una reseña, pero ya lo leí hace mogollón. Uh, creo tendré que darle una releída. No me costará nada; me lo leí en tres días. Facilillo y buenísimo. No es como la demás obra de Bukowski, por lo cual me agrada no haberme iniciado con este libro (inicié con La senda del perdedor, ¡de mis libros favoritos!), pero, ya conociendo las gilipolleces de Bukowski, éste me fascinó.

28. El Doble de Fédor Dostoievski (Editorial Alianza) Otra quejilla de mi parte hará presencia a continuación: ¿Porqué demonios se les ocurre "resolver" el misterio del libro a quienes hacen los prólogos, describirnos de qué va el libro en el jodido prefacio, llenarnos de spoilers antes de siquiera iniciar la obra y arruinar la felicidad de descubrir el libro por ti mismo como lector? ¡Ni que fuésemos crías estúpidas! Por favor, si compráis El Doble con esta editorial, leed el prólogo hasta el final. A mí me arruinó la grata sorpresa que me esperaba. Pero, dejando a un lado éste inmenso error que nada tiene que ver con Dostoievski... Este libro es de los mejores que he leído en toda mi vida. Y Goliadkin es mi personaje favorito de todos. Ya está. Bellísimo. ¡Te amo, Dosto!

29. Escoria de Irvine Welsh (Anagrama) ¡Vaya drama! ¡Vaya miseria! Irvine es uno de mis autores predilectos por cómo retrata la miseria humana, sin tapujos ni eufemismos. Y aquí lo ha hecho de maravilla, de nuevo. ¡Grande Irvine! Además, Bruce Robertson es admirador de Deep Purple y les hace mención una que otra vez en la novela, jó. Si queréis iniciar con Irvine les recomiendo éste o Trainspotting. No iniciéis con sus cuentos, son buenos, pero podrían echaros para atrás. Oh, y también os recomiendo la película. Cerdos, policías (¿qué no son lo mismo?),

30. El Hechicero de Vladimir Nabokov (Anagrama) Justo ahora, al mismo tiempo que redacto esto, estoy redactando mi reseña para esta novela... Sí, cinco meses después de haberla leído, ¡qué buena idea, Caterina! Pero, ¡qué bonito libro es éste! Os lo leéis de una sentada, os lo aseguro. Ojo, a la gente asustadiza, no os recomiendo este libro. Contiene material sensible, que, a la pluma de Nabokov, parece un cuento de hadas, un cuento romántico. Pero sigue siendo tristísimo y atroz.

31. Escritos de un viejo indecente de Charles Bukowski (Anagrama) ¡Qué edición me tocó! Mi querido y yo fuimos a una feria del libro que aleatoriamente (a mi parecer) llevaron a cabo en nuestro pueblito. La mayoría de los stands de libros contenían mera basura comercial, libros huecos y de auto-ayuda. Ya sabéis. Escoria. Pero, milagrosamente estaba un stand bellísimo: contenía libros sobre alquimia, la cábala (u otras cosas que pudo haber escrito Belbo, eh, eh), sobre los templarios, sobre astronomía, novelas de todas clases y colores. Mi querido acompañante felizmente encontró dos libritos de Kowski y me llamó. Eran "La máquina de follar" y éste. Ambas en ediciones de los sesentas. ¡Me tuve que comprar una de ellas! Aquí podéis ver mi cara-de-tonta y el libro.

32. Cumbres Borrascosas de Emily Brontë (Editorial Mateu) Quería, decididamente, leer otra mujer este año. No suelo leer mujeres. Tengo tantos títulos que leer, -en su mayoría escritos por hombres-, que olvido a las mujeres, ¡ay! Joder, éste libro. Librazo. Según mi año en Goodreads este es mi libro leído más famoso del año. Sí, efectivamente, es muy famoso. Pero sí que se lo merece. No quiero manchar la belleza de este libro con una opinión gregaria, así que sólo os digo que tenéis que leerlo. Seáis mujeres u hombres, tenéis que leerlo.

33. Carta a mi juez de Georges Simenone (Editorial TusQuets) Posteriormente a haber leído Cumbres Borrascosas, me quedé bloqueada. No encontraba ningún libro que me satisface igual. Mi eme me recomendó a Simenone, lo cual me parecía ideal porque realmente quería -y quiero- leer literatura francesa. Mi eme tiene una pequeña colección de Simenone en un rinconcito de la casa, y me decidí por este. Milagrosamente no leí la sinopsis porque ahí te spoilean todo. El libro me hizo pasar buen rato, pero meh. No me encantó.

34. Ada o el Ardor de Vladimir Nabokov (Editorial Grijalbo) Tengo sentimientos encontrados con este libro. Me gustó pero me desagradó. A su vez. No me preguntéis porqué. Es un libro fascinante, bellísimo. La primera ucronía que leo. Como seguro sabéis, esta es la historia incestuosa entre Ada e Iván -y aveces Lucette-, tres hermanos de clase alta que residen en una mansión campestre. Conocí a un señor con quien platiqué de este libro. Un señor muy encantador. 
Mas hubo algo que no me hizo sentir completa. No sabría perfectamente mencionar qué fue lo que no me encantó de esta novela. A mi parecer, -que no del todo es acertado, a pesar de que el objeto de mi análisis es mi propia opinión-, es la escasez de acontecimientos que ocurren a lo largo de la novela. No ocurre mucho en quinientas páginas, más amor y desamor. Eso creo es lo que no me agradó mucho. Fuera de ello, una novela bella, en su poética prosa Nabokovniana.

35. El hombre invisible de H.G. Wells (México Lee) Aquí tenéis reseña de este título, de mis primeras lecturas de ciencia ficción. Terriblemente bueno. ¡Ese Griffin es todo un personaje! Meh, no me apetece escribir algo aquí sobre este libro. Repetiría lo mismo del post dedicado al libro.

36. La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik (Libros del Zorro Rojo) Es un pequeño libro de tan sólo cincuenta páginas que no te deja mucho. Eh, me gustó, de todos modos. La prosa de Pizarnik es fabulosa. Y, además la edición está ilustrada por mi querido Santiago Caruso. Sí, se los recomiendo a pesar de todo. Digo, no te lleva más de un ratito el leer este libro. Es sanguinario y grotesco. Muy bien escrito. Sabéis, es Pizarnik.

37. La Metamorfosis y otros cuentos de Franz Kafka (Editores mexicanos unidos) ¡Eah, leyendo clásicos después de mucho tiempo de habérmelos propuesto! Pero, finalmente me lo he leído, jó. Hay tanto que discutir sobre este libro. No me leí todos los cuentos que contenía mi cutre-edición, pero me los leeré prontito. Leí, obviamente, La Metamorfosis, El artista del hambre, El artista en el trapecio y El Buitre. Estos relatos están llenos de desesperación y angustia. Me he auto-retratado múltiples veces con cuerpo de gusano, de larva o de escarabajo. Como soy una jovenzuela llorica, buscaba identificarme con Gregor Samsa, lo cual por fortuna no conseguí. Que yo soy Goliadkin, hostia. Bueno, para dejar de largar con tontadas, Kafka se ha vuelto de mis autores preferidos. ¡A atacar El Proceso y El Castillo! ¡Sí que sí! Aquí tenéis un dibujito de Kafka todo art-nouveau que me apeteció hacer.

38. Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo de Irvine Welsh (Anagrama) Sí, otro de Irvine Welsh. Perdonad mi obsesión. El próximo año, máximo, si es que me leo otro de el, me leería uno. Hay que dejar descansar a este autor. Pero, centrándonos en el libro con el mejor título de todos los tiempos, sólo queda decir que el contenido no es tan bueno como éste. Mi querido estaba picado con el título; ni se diga yo. Definitivamente no de lo mejor de Welsh, no, no. Un libro que leí y que he olvidado casi por completo. No fue malo, para nada, más no fue algo memorable.

39. La Vuelta de Tuerca de Henry James (Editores mexicanos unidos) Si pucháis aquí podréis ir a la reseña que redacté hace un mes. Muy mal redactada, por lo cierto. Igual que el de Wells, no tengo mucho que decir aquí. Perdonadme.

40. Crimen y Castigo de Fédor Dostoievski (Porrúa) Mi edición ha sido completamente destrozada por mí. ¿Por qué? Por que la he llenado de corchetes, fragmentos subrayados y esquinas dobladas. Me prometí, a mediados de año, el leer una gran novela para cerrar el año y hacerlo una "tradición" para mí misma. Quería que fuese Dostoievski con su Crimen y Castigo (el próximo año planeo Los hermanos Karamázov, a ver si sí). Este libro, en relación a algunos sueños que tengo, marcó un antes y después. Todos los personajes son magníficos, joder, todos están bien zafados. Ay, la amistad voluble entre Raskolnikov y Razumikhin meencantómeencantó. Comencé a leerlo una tarde ya obscura, en una cafetería; aquel día que Raskolnikov conoce a Marmeladov... O, cuando lo terminé, manché el libro con lágrimas emocionales. El mejor cierre que le pude haber brindado a 2017. Como he visto a mucha gente titular este libro de esta forma, pues yo igual lo titularé como los demás: El Libro.

Lo que os puedo decir es que este, este jodido año ha sido el más feliz de mi corta vida. Tuvo sus altibajos, por supuesto, principalmente altibajos de niñata emocional. Fue el año de mi reencuentro con la lectura. Fue el año donde comencé a quererme a mí misma y a mi físico. Fue el año de dejar de ser nini y dedicarme a estudiar con disciplina y por cuenta propia. Fue el año de volver a enamorarme con la ilustración y la creación de artes plásticas. Fue el año de adorar a mis padres a tope. También fue momento de dejar a las nínfulas dentro del mundo literario. Dejarlas a donde pertenecen de una vez por todas.

¡Disfrutad de este 2018!

jueves, 4 de enero de 2018

Unas citas sobre lo Kitsch, o un réquiem por una sociedad sobresaliente.

Mark Ryden

«No hay kitsch, como dicen los pintores, suficientemente infame que no arranque lágrimas de la muchedumbre, mendaz hasta la médula, ¡y que no le llegue al corazón! ¿Cree que, de no ser así, no se habría acabado con todos los teatros hace ya mucho tiempo? Se reconoce al populacho por su sentimentalismo. Miles de pobres diablos pueden morirse de hambre y nadie llora, pero si a un viejo cabestro pintarrajeado, disfrazado de menegilda, le dan vueltas los ojos en escena, entonces los espectadores lloran como becerros.» 
Gustav Meynrik "El Golem", 1914.


«El kitsch o cursilería es lo bello menos su contraparte fea. Portanto el kitsch, la belleza purificada, se vuelve vulnerable a un tabú estético que en nombre de la belleza, declara al kitsch como feo. El kitsch es una parodia de dicha catarsis, donde se vuelve imposible trazar una linea entre lo que es verdadera ficción estética (arte) y lo que es meramente basura sentimental (kitsch).»
Theodor Adorno.

«En el trasfondo de toda fe, religiosa o política, está el primer capítulo del Génesis, del que se desprende que el mundo fue creado correctamente. . . . A esta fé la llamamos acuerdo categórico con el ser. … El desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la creación. Una de dos: o la mierda es aceptable (¡y entonces no cerremos la puerta del baño!), o hemos sido creados de manera inaceptable. De esta manera se desprende que el ideal estético del acuerdo categórico con el ser es un mundo donde la mierda es negada y todos se comportan como si no existiese. Este ideal estético se llama kitsch. . . . kitsch es la negación absoluta de la mierda; en sentido literal y figurativo. El Kitsch elimina desde su punto de vista todo lo que en la existencia humana pudiera considerarse inaceptable.» 
Milan Kundera, "La insoportable levedad del Ser", 1984.

«El Kitsch provoca dos lágrimas de emoción, una inmediatamente después de la otra. La primera lágrima dice: ‘¡Qué hermoso, los niños corren por el césped!’. La segunda lágrima dice: ‘¡Qué hermoso es estar emocionado junto con toda la humanidad al ver a los niños corriendo por el césped!’. Es la segunda lágrima la que convierte al kitsch en kitsch. La hermandad de todos los hombres del mundo sólo podrá edificarse sobre el kitsch.»
Milan Kundera, "La insoportable levedad del Ser", 1984.

«El Kitsch es pretensión, pero no toda pretensión es kitsch. El kitsch pide que uno sea parte del juego. En el verdadero kitsch lo que es imitado no puede ser imitado. De esta manera la pretensión es mutua. Se es cómplice a sabiendas. Lo opuesto al Kitsch no es sofisticación sino inocencia. El kitsch es arte pretendiendo tener un significado. Y uno, al aceptarlo, está pretendiendo sentirlo y entenderlo. Por lo tanto el kitsch se basa en clichés y códigos que que convierten las emociones en una forma pre-digerida –la forma que puede ser imitada más fácilmente. Igual que comida procesada, el kitsch evita todo tipo de energía en el organismo que demande algo de moral. De esta manera pasa de comida chatarra a ser mierda, sin requerir una sola pizca de nutrientes.» 
Roger Scruton, 1999.

«...es kitsch aquello que se nos parece como algo consumido; que llega a las masas o al público medio porque ha sido consumido; y que se consume (y, en consecuencia, se depaupera) precisamente porque el uso a que ha estado sometido por un gran número de consumidores ha acelerado e intensificado su desgaste.»
Umberto Eco, "Apocalípticos e integrados", 1964.

Fuentes:
http://www.fvallejo.com/downloads/kitsch.pdf