Max Ernst
«Vimos, voluptuosamente, sin discriminación, ciento cincuenta o doscientas películas sólo durante ese año, y en los períodos en que íbamos con más frecuencia al cine llegamos a ver a un noticiario cinematográfico hasta media docena de veces , ya que acompañaba a los diversos filmes que se proyectaban aquella semana e incluso nos perseguía de ciudad en ciudad.»
Dolly Haze tenía doce años y siete meses cuando Humbert Humbert la conoció. Éste se enamora de ella, se casa con su madre Charlotte, para luego ésta morir en un accidente repentino y absurdo. Humbert se queda con Dolores e inician un viaje por todo Estados Unidos. Pero Humbert comienza a sentir una presencia que les sigue el rastro, que les espía. Presencia que les llevará a la desgracia, omnipresente en todo momento: Cue o Quilty.
Leí Lolita en 2015 por primera vez, como aficionada a la literatura, sin buscar más allá de la polémica y picaresca historia de un cuarentón que se enamora de una pubescente de doce años. Esta lectura la tomé como una historia de amor. Sí, como una historia de amor. Mi afán a ser una "nínfula" me cegó los ojos. Era como "¡Oh! ¡La novela del autor que popularizó el concepto de nínfula! ¡Una historia de amor con personajes con diferencia de edad! ¡Qué guay!". Ese era mi prejuicio sobre esta novela. Y así la leí, con esa visión.
Recién la terminé de leer, por segunda vez. Y puedo sentenciar que esta lectura no es para leerse una vez, ni dos, sino muchísimas veces. Cuenta con miles de acertijos, pistas y enigmas, es algo interminable (la he leído esta vez sin prejuicios ni expectativas incorrectas).
En este post intentaré llegar a mi punto haciendo un resumen general del libro, poniendo citas para justificar esta teoría y un pequeño análisis a Quilty (obviamente habrá spoilers).
Lolita: La historia y unas citas textuales.
¿Quién es Humbert Humbert?
Nacido en Suiza en 1910, huérfano de su madre (que muere gracias a un rayo en un picnic), Humbert Humbert resulta ser un romántico. Añora tiempos perdidos e idealiza situaciones y personas. A los 12 años conoce a Annabel, de quien se enamora perdidamente. El destino le hace una mala jugada y le ocasiona un trauma: Annabel enferma de tifus en Corfú, y después muere. Este trauma se hace presente en sus gustos amorosos, él crece, envejece y no siente atracción a mujeres cercanas a su edad. A Humbert le gustan las nínfulas. Nada más. Esas criaturillas demoníacas de nueve a catorce años de edad son quienes le atraen, quienes le hechizan, quienes le placen.
En 1947 Humbert viaja a Nueva Inglaterra, Ramsdale, donde conoce a Charlotte Haze para luego conocer a la hija de ésta. Humbert revive su enamoramiento adolescente con la hija de Haze: Dolores, Dolly o Lolita.
"Y he jugueteado con muchos seudónimos antes de dar con uno que se me adaptara convenientemente. En mis notas figuran «Otto Otto», «Mesmer Mesmer» y «Lambert Lambert», pero, no sé por qué, creo que el escogido es el que mejor expresa todo lo malo que hay en mí."
Después de residir unas semanas en la casa de Charlotte Haze como inquilino, Charlotte le confiesa a Humbert que ella está flechada por él. Humbert se desposa con Charlotte con el único propósito de acercase a Lolita Haze y hacerse su padrastro.
Lolita está en un campamento llamado "Campamento Q" mientras su madre y Humbert viven un tiempo como esposos. Pero Charlotte encuentra el diario de Humbert, donde éste ha escrito su situación sentimental hacia la pequeña Dolores. En un arranque de desesperación, Charlotte sale de su hogar corriendo hacia la acera opuesta y en el camino es atropellada. Fallece inmediatamente.
¿Todo esto os suena conocido, no? Humbert se hace cargo legalmente de Dolores y después de ir por ella al Campamento Q, inician un viaje juntos por toda Nueva Inglaterra.
Humbert menciona que ha sido internado numerosas veces a institutos mentales según por ataques de depresión y angustia. La mayoría de esos ataques están ligados a su obsesiva atracción a las nínfulas, pero nunca define bien el porqué de sus estancias en estos institutos.
Primer viaje.
"Los Cazadores Encantados" es el primer hotel donde Humbert y Dolores se establecen. Ahí Humbert hace suya a Dolores (vaya eufemismo, já) repetidas veces. Y es ahí, en ese hotel, dónde Humbert comienza a sentir una presencia desconocida, un peso en la espalda. Justo después de haber mantenido relaciones sexuales con la pequeña Dolly. Aquella presencia le pregunta -desde la penumbra del porche, sentado en una silla - por la niña. ¿Quién es esa maravilla? ¡No, no es su hija! ¡Miente!
Humbert Humbert decide alejarse del poseedor de aquella voz masculina, oculto por las sombras, después de que este descaradamente les haya invitado a él y a Lolita a almorzar, rechazando así la invitación.
"..., decidí enviar un telegrama a fin de reservar una
habitación con dos camas para la noche siguiente. ¡Qué cómico, desmañado y
vacilante príncipe azul era yo! ¡Cómo se reirán algunos de mis lectores cuando
les explique las dificultades que tuve para redactar el telegrama! ¿Qué debería
poner: Humbert e hija? ¿Humberg e hija pequeña? ¿Homberg y una jovencita
impúber? ¿Homburg y su niña? El cómico error con que se escribió al final mi
apellido —con ge en vez de te— fue quizás un eco telepático de esas
vacilaciones mías.”
Posteriormente de unos meses constantes en hoteles, moteles, hostales y carreteras, Humbert y Dolores se establecen en Beardsley. Lolita va a la escuela, tiene amigas (no muy nínfulas, lo cual desilusiona a Humbert) y participa en obras de teatro escolares. Una de estas obras, para la cual Lolita ensaya y ensaya sin parar, se llama "Los Cazadores Encantados":
"[...] —No me refería a ella. ¿Quién es el autor de esa obra?
—Ah, sí, desde luego. Una vieja. Clare Nosecuántos. Había un montón de gente allí.
—De modo que te elogió?
—No, no me elogió, pero besó mi casta frente —dijo mi amada, y emitió de nuevo aquella risita afectada con la cual manifestaba su alegría desde hacía algún tiempo; tal vez fuera una muletilla adquirida a causa de sus experiencias teatrales.
—Eres una criatura sorprendente, Lolita —dije, quizás con otras palabras—. Desde luego, me alegra que hayas olvidado esa idea absurda del teatro. Pero lo extraño es que abandones todo justo una semana antes de que ocurra el gran acontecimiento..."
Lolita decide repentinamente abandonar Beardsley, con la condición de ir a cualquier sitio que ella apetezca de Nueva Inglaterra, sin oposiciones de Humbert.
Segundo viaje. La aparición de "Trapp".
De vuelta a ser nómadas. A lo largo del segundo viaje por Nueva Inglaterra, Humbert advierte la constancia de un automóvil detrás del suyo en la carretera. Les están persiguiendo. Quieren llevarse a su Lolita, a su Lo. Humbert teme inmediatamente que sean las autoridades. Pero casi inmediatamente se da cuenta que no es el caso, no son las autoridades.
Un día Humbert hace una parada e intenta ir a enfrentar a aquel "detective" misterioso. No consigue nada. Desaparece por unos días aquel anónimo.
Luego, ese mismo hombre, reaparece, pero ahora cada vez con diferentes automóviles.
Es un obstáculo para Humbert, una nube en su cabeza que le repite una y otra vez las posibilidades que se lleven a Lolita. No le deja descansar.
A Humbert, ese hombre que les persigue, le recuerda físicamente a una persona: a su tío Gustave Trapp, por lo cual le menciona en las siguientes páginas como "Trapp".
"Se movía como un ángel en medio de tres monstruos del Bosco. Uno de ellos, su compañero, al cambiar de lado la golpeó familiarmente en el trasero con la raqueta. Tenía una curiosa cabeza redonda y llevaba unos incongruentes pantalones marrones. Hubo una momentánea confusión cuando me vio: tiró al suelo su raqueta -¡la mía!- y subió la cuesta. Agitaba puños y codos en lo que parecía la cómica imitación de un par de alas -comicidad acentuada por el hecho de que era patizambo- mientras corría hacia la calle. donde le esperaba su automóvil gris. Un momento después él y aquella masa grisácea habían desaparecido. Cuando llegué a la pista, el trío restante recogía y seleccionaba las pelotas.
—Señor Mead, ¿quién era ese hombre?
Bill y Fay, ambos con aire muy solemne, menearon la cabeza.
Aquel absurdo intruso se había ofrecido para jugar un partido de dobles, ¿verdad, Dolly?"
¿Porqué Humbert menciona "familiarmente" cuando el anónimo le da un raquetazo en el trasero a Dolores?
Algo que noté es que el hombre misterioso y Humbert nunca están juntos en presencia de Dolly Haze y demás gente, más al final, cuando se enfrentan, estando solos. Llega Humbert y el otro desaparece.
"¡Oh, qué diferentes eran las cosas ahora! Y no me refiero al sosias, o los sosias, de Trapp. Después de todo... Bueno, en realidad... Después de todo, señores, se hacía cada vez más evidente que todos aquellos detectives idénticos en automóviles de colores cambiantes como los de un prisma eran figuraciones fruto de mi manía persecutoria, imágenes recurrentes basadas en la coincidencia y el parecido casual."
La fuga de Lolita y las similitudes entre "Trapp" y Humbert.
Lolita cae enferma cuando se establecen en Elphistone, por lo cual Humbert tiene que dejarla en un hospital donde no le permiten quedarse junto a ella y vigilarla.
A Humbert le llega el momento: Lolita escapa con aquel hombre anónimo, ella escapa con aquella paria.
Resulta que "Trapp" tiene exactamente las mismas tendencias y conocimientos intelectuales que Humbert, ambos tienen cuarenta años y ambos tienen afán por las nínfulas (además del hecho que según H.H. tiene parentesco físico a un miembro de su familia, por no referirse directamente a él).
Trapp le hace un sinfín de acertijos y rompecabezas, los cuales ha dejado por el camino que recorrió anteriormente con la nínfula, para motivar a Humbert a nunca abandonar la búsqueda de Lolita y al fin conocer quién es aquel "Trapp".
"Ningún detective podría descubrir las pistas dejadas por el sosias de Trapp, pues estaban adaptadas a mi mentalidad y a mi manera de ser.
[...] Las pistas que dejó no establecieron su identidad, pero reflejaron su personalidad, o, al menos cierta personalidad homogénea y curiosa; su índole, su sentido del humor —o, en todo caso, la parte mejor de dicho sentido— y su mentalidad tenían evidentes afinidades con los míos. Me imitaba y se burlaba de mí. Sus alusiones eran muy intelectuales. Había leído mucho. Sabía francés. Estaba versado en logomancia y logodedalia. Era aficionado a todo lo relacionado con la sexualidad..."
Pasan días, meses y Humbert no da con el raptor de Lo Haze. Se hace amigo de una mujer de treinta años llamada Rita, quien le hace compañía en su desdicha y tristeza.
"Había abandonado la búsqueda: o aquel demonio se hallaba en Tartania, o se estaba quemando en el infierno de mi cerebelo (cuyas llamas eran alimentadas por mi imaginación y mi pesar), pero lo cierto era que no hacía que Dolores Haze participara en los campeonatos de tenis de la costa del Pacífico."
Reaparición de Dolores Haze o la señora R. Schillard.
Dos años después Humbert recibe correspondencia de Lolita: ella le pide ayuda económica, le cuenta que está casada y embarazada. Humbert decide ir a visitar a Dolores, nunca vuelve a ver a Rita.
Humbert cree que el esposo de Dolores, el señor Richard Schiller, es quien se la llevó de su lado. De camino al hogar de Dolores, Humbert decide practicar con su "pequeña camarada negra" y de objetivo utiliza un jersey viejo y gris perteneciente a él, encontrado en el fondo del maletero. Lo agujerea todo. Regresa al auto y lo coloca en la parte trasera del automóvil. Y aquí narra algo curioso:
"El cadáver del jersey ejecutado, a pesar de que modifiqué varias veces su silueta mientras yacía sobre el asiento trasero del automóvil, seguía mostrando ciertas características del sosias de Trapp-Schiller, en especial el aura grosera y repugnante bonhomía que emanaba de su cuerpo"
Pero... era el jersey de el mismo, de Humbert.
Bueno, prosigamos.
Calle Cazador. Lolita vivía en la Calle Cazador. Humbert toca la puerta de la casa de los Schiller. Aparece una Lolita embarazada y casada.
Ella cree que la condición para recibir efectivo de su padrasto, es el tener que yacer nuevamente con él. Pero Humbert no quiere eso. Humbert quiere lo imposible: que ella lo ame, que deje a Richard Schiller, y que le dé una oportunidad de empezar de nuevo. Ella, indiferente, le rechaza.
Después de insistir numerosas veces, Lolita le confiesa el nombre del raptor: Clare Quilty.
Lolita le dice cruelmente que ella preferiría regresar con
Quilty antes que regresar con él. De todas maneras, Humbert le da el dinero que ella le pedía.
Se despiden para siempre.
El capítulo 35 de la segunda parte. La
bufonesca muerte de Quilty.
H.H. llega a la mansión de Quilty. Logra entrar fácilmente al lugar. Examina el terreno, los cuartos. Vaga mucho por aquí y por allá. No se topa con nadie en el camino, por fortuna.
"Así, durante cinco minutos por lo menos, anduve por la casa —lucidamente loco, frenéticamente tranquilo, como un cazador encantado y alerta— echando la llave en cuantas cerraduras veía y guardándome las llaves en el bolsillo con la mano libre."
Cazador Encantado. Cazadores encantados. Cazadores. Nuestro Humbert era un Cazador Encantado.
Aparece Quilty por la puerta del baño.
"Tenía la cara gris y los ojos abotargados, y estaba todo lo desgreñado que era posible con su semicalvicie, pero le reconicí perfectamente cuando me rozó con su bata púrpura, muy semejante a la mía."
Lo más destacable de Lolita no es la historia de amor y obsesión por parte de Humbert, y el tremendo desinterés y las rabietas de la niña como respuesta a este "amor". Lo más importante y destacable es la pelea final de Humbert contra Clare Quilty. ¿Porqué? Esta pelea tiene todo de peculiar. No es principalmente una pelea física (sí, sí hay uno que otro golpe), sino más bien una pelea de intelectos, de ver quien puede ganar con sus conocimientos previos. Esta pelea de intelectos está llena de humor demoníaco por parte de ambos, Quilty mostrándose completamente pedante y desinteresado de seguir discutiendo con Humbert. Después de unos cuantos balazos a Quilty, este sólo dramatiza la situación, le hace broma a Humbert y a la muerte, como si se encontrase en una obra de teatro. Quilty va por todos lados de su mansión desangrándose, haciendo exclamaciones y gestos exagerados hasta al final que se va a meter en su cama donde se envuelve en cobijas protegiéndose del arma que empuña Humbert.
"Su peso me ahogaba cuando rodaba sobre mí. Rodé sobre él. Nosotros rodamos sobre mí. Ellos rodaron sobre él. Nosotros rodamos sobre nosotros."
H.H. no se cerciora si Clare está muerto, no quería tocarle. Se lava lo más posible de la sangre que está manchada en su persona. En el descansillo de la escalera se da cuenta que hay un grupo de gente en algún cuarto del primer piso de la mansión. Le felicitan por haber matado a Quilty. Humbert abandona el lugar.
"Y no tengas lástima de Clare Quilty. Tenía que elegir entre él y Humbert Humbert, y quería que éste viviera, al menos, un par de meses más, para que tú vivieras después en la mente de las generaciones venideras."
Quién es Quilty y el porqué de su existencia.
La dualidad en una misma persona, incluso estando cuerda, siempre está presente. Es cosa de estar completamente demente para tener la habilidad de separar esta dualidad, hacerla tangible aunque sea un momento, o que se manifieste como una figura, ya sea humana o animal (todo en la mente del enfermo). Nabokov me mataría por lo próximo que escribiré: me recordó mucho a la novela de Robert Louis Stevenson, "El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde", pero esta novela es más hermética, y sin una "pócima"para escapar. El escape fue el suicidio metafórico. El matar a ese otro "yo" que se encuentra en la mente, para quitar ese peso de encima.
Clare Quilty. Un pornógrafo, pedófilo, alcohólico, dramaturgo y excéntrico. Es ese lado que Humbert quiere ocultar de sí mismo al mundo. Eso que le repugna de sí mismo. A Quilty le molaba hacer filmes de orgías entre faunletos, nínfulas y adultos. A Humbert eso se le haría lo más bajo de lo vulgar. Quilty es todo lo que Humbert rechaza de su naturaleza enfermiza, lo que le avergüenza de sí mismo.
De H.H. el lector está seguro que existe, más Quilty siempre se aparece como una sombra acechadora y omnisciente. Tiene contactos directos con Lolita sin que Humbert se dé cuenta.
Humbert idealiza a Lolita Haze, mientras Quilty la manipula y la tiene a menos.
Para resumir, el sentimiento de culpa y el remordimiento de Humbert Humbert se manifiestan como Clare Quilty. La moral contra la inmoral.
Nabokov ha hecho otros escritos que tocan el tema del doppelgänger, como "Desesperación", "La verdadera vida de Sebastian Knight" y "Pálido Fuego".
Humbert es para mí como el magnífico Rabino Loew. El Rabino Lowe fabricó a el Golem a su semejanza, como Dios al ser humano. El deseo de mimetizarse en un ente ajeno a uno mismo, de proyectarse en alguien más.
Al nombre "Humbert Humbert" se le atribuyen las palabras "pervert" y "humbug" (pervertido y farsante), así como le hace oda al cuento de Edgar Allan Poe "William Willson" (historia donde el protagonista es agredido por su doble, por su doppelgänger).
El Humbert Humbert auténtico muere en la prisión, antes de su proceso, de trombosis coronaria en 1952.
Lo que redacté anteriormente es mi perspectiva de la novela y sus personajes. No es mi propósito persuadir a nadie a tener la misma visión de este escrito, el más importante de Nabokov. Es una simple teoría que he visto en otros sitios y que para mí cuadra perfectamente con todo lo que rodea Lolita. Esta teoría, además que se me hizo fascinante (tengo un afán al doppelgänger flipante), me respondió muchas dudas que tenía respecto la mentalidad de Humbert, a su percepción de su situación con las Haze y la gente que le rodeaba. Humbert era un pobre enfermo, por ello se enamoró.
Este post está dedicado a Nabokov, que le admiro con toda mi alma (y no puedo esperar a conseguir más libros escritos por él), y a mi mamá, como siempre, ya sabéis (perdonadme ambos por mi redacción tan gregaria, les quiero).
Fuentes:
Michelle Jensen, "Literary doubles in Nabokov's Lolita" prezi.com/81bqzglmkxgs/literary-doubles-in-nabokovs-lolita/, 2011.
Andrés Kishimoto Kanna, "Lolita", kishimotoandres.blogspot.mx/2005/09/lolita-de-vladimir-nabokov.html, 2005.
Cartón Piedra, "Las dos muertes de Humbert Humbert", eltelegrafo.com.ec/noticias/carton-piedra/34/las-dos-muertes-de-humbert-humbert-el-tema-del-doble-en-lolita-de-nabokov, 2013.
Todas las citas sacadas de: "Lolita" Vladimir Nabokov, Editorial Anagrama, traducción de Francesc Roca.