Franz Francken el Joven
Pedazo de payaso que es Henry James, jó. Vamos, que el tío me cae bien, que es lo peor de todo. Hasta un retratito estilo art-nouveau le hice y todo. Pero eso no quita que James sea un palizas. Definitivamente no es un escritor que deba leerlo todo el mundo, a mucha gente le da dolores de cabeza su estilo y su redacción tan repetitiva y pretenciosa. Me acerqué a este libro de la manera más irónica del mundo: mi eme me lo recomendó repetidas veces, contándome la premisa con muchísima ilusión, para así terminar llenándome de expectativas hacia este librito. Leí algunas reseñas en internet, ya que sabía que a no mucha gente le agradaba. ¿Mamá, se te hace pedante el estilo de Henry James? Me contestó que se le parecía un poco arrogante, sobre todo en Washington Square (que no le gustó, já), más no le afectaba en la velocidad y comprensión de su lectura. Leí La vuelta de Tuerca. Satisfizo mis expectativas. Cuando la terminé. mi má comenzó a hacerme preguntas extrañísimas sobre la novela. Bueno, para no hacerles más larga esta bobada, resultó que mi mamá nunca leyó el libro, sólo se guió por las diversas adaptaciones del cine. ¿Porqué me recomendó mi mamá un libro que ni había leído pero fingió que sí, sólo para que yo lo leyese? No lo sé, ella es extraña. El libro lo saqué de la biblioteca, fijándome que la edición estuviese traducida por Sergio Pitol (otra peculiar recomendación de mi madre, que ni sé cómo sabía que Pitol había hecho una buena traducción). Bueno, pues la traducción resultó tener muy buena pinta y me gustó.
"Pasé con ella el día, fuera de casa; me comprometí, para su enorme satisfacción, a que fuera ella, solamente ella, quien me mostrara el lugar. Me mostró la casa escalón por escalón y cuarto por cuarto, secreto por secreto, sosteniendo una deliciosa conversación infantil al respecto y con el resultado de que en media hora nos habíamos convertido en grandes amigas. A pesar de sus pocos años, durante el paseo me asombró por la seguridad y el valor con que se deslizaba por las habitaciones vacías y los oscuros corredores, las escaleras crujientes, que me hacían detener con temor, y al hacerme trepar hasta la cima de una vieja torre cuadrada que me produjo vértigo. Me impresionó también su disposición a contarme muchas más cosas de las que le preguntaba, mientras me conducía de un lado a otro."
Otra Vuelta de Tuerca.
Otra vuelta de tuerca es una novela cortita, historia de fantasmas. En Otra vuelta de tuerca se nos cuenta la historia de una institutriz, cuando ésta comienza a trabajar cuidando a un par de hermanos -niño y niña respectivamente-, que cuentan con una notoria educación y deslumbran con su encanto, en una mansión campestre. Parece el trabajo perfecto para esta institutriz, hasta que un día hace aparición un hombre misterioso, vestido de sirviente, el cual posteriormente la institutriz se entera que está muerto. La historia está en primera persona, narrada por la mismísima institutriz, lo cual es lo que hace interesante a esta pequeña novela: si, lo contado por la joven es verídico; si existen los fantasmas, o si todas las apariciones son producto de su mente perturbada.
Como este post lo quiero hacer libre de spoilers, no contaré nada más allá de lo redactado anteriormente, que básicamente es la premisa que pueden leer en todos lados, já.
¿Porqué me gustó esta novela?
Tenía altas expectativas, más iba preparada (gracias a leer tantos posts y reseñas) de que la pluma de James me agobiase. Por fortuna no fue así. Me agradó su forma de escribir. No es la mejor, ni la más accesible, pero está bien.
Esta historia, extrañamente, me ha hecho tener muchísimas ganas de leer literatura de terror. Sí. Os estoy hablando de Otra Vuelta de Tuerca aún. Eh, no me matéis. A pesar de no ser una novela de terror con todas las de la ley, sí te puede proyectar una que otra imagen curiosilla. También vino a juego el hecho que mi imaginación usualmente va más allá de lo redactado en los libros. ¿Cómo va eso? se preguntarán. Me gusta adornar más los escenarios imaginados de mis lecturas, y más aún cuando se trata de novelas fantasiosas. En este caso, exageré tremendamente (antes de que se diera una descripción de la apariencia de Quint desde cerca) la escena cuando Quint hace aparición enfrente de la ventana, ya que me lo imaginé algo así, sólo que con un poco más de carne en el rostro -aún tenía nariz- y, como la descripción posteriormente señala, era pelirrojo.
Realmente no sé si recomendaría esta novela a todo el mundo, pero qué va, a mí me gustó y me ayudó a superar el pequeño bloqueo lector por el que estaba pasando.
Disfrutad de los fantasmas que os acechan por sus casas.
"El cielo no perdió su color de oro, ni el aire su transparencia, y el hombre que me miraba por encima de las almenas era tan definido como un cuadro en un marco. Pensé con extraordinaria rapidez en cada una de las personas que hubiera podido ser y que no era. A través de la distancia, nos miramos el tiempo suficiente para que yo me preguntara con intensidad quién podía ser, y sentir, como resultado de mi incapacidad para responder a la pregunta, un asombro que en unos cuantos segundos fue todavía más intenso."

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