Herny Justice Ford
El título de éste blog tan chungo se generó por dos cosas: la inspiración y motivación que me causó el blog de Luna Miguel a por fin iniciar un espacio web donde desahogarme de todas mis pretenciosidades y de mi pedantería, así como mi obsesión por la nínfulas. Ay, las lolitas, las nínfulas. ¿Que qué edad tenía yo cuando comencé con este estúpido fanatismo? Tenía trece años, trece años cuando me enamoré de las parejas con notorias diferencias de edad entre ellos: en la literatura y en la vida diaria, -principalmente cuando la mujer es el factor joven y el hombre el adulto en la relación-. Bueno pues, me he decidido a hacer esta pequeña lista de obras literarias con nínfulas de por medio. Eh, estoy consciente que no nombré aquí la obra maestra y definitoria para éste término de "nínfula", porque ya todos la conocemos y no vale la pena hacerle mención en este top. Tampoco pondré en la lista a la Lolita de Heinz von Lichberg porque es muy predecible por igual.
1. Del Amor y Otros demonios de Gabriel García Márquez.
3. El Pergamino de la Seducción de Gioconda Belli.
5. Lolita Secreta o Las Confesiones de Víctor X de Anónimo.
6. Cada noche, Cada noche de Lola López Mondéjar.
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"Además, puesto que la idea de tiempo gravita con tan mágico influjo sobre
todo ello, el estudioso no ha de sorprenderse al saber que ha de existir una
brecha de varios años –nunca menos de diez, diría yo, treinta o cuarenta por lo
general y tantos como cincuenta en algunos pocos casos conocidos– entre
doncella y hombre para que este último pueda caer bajo el hechizo de la nínfula.
Es una cuestión de ajuste focal, de cierta distancia que el ojo interior supera
contrayéndose y de cierto contraste que la mente percibe con un jadeo de
perverso deleite."
Vladimir Nabokov, Lolita.
(Sí, ya sé que escribí que no mencionaría a Lolita; no la mencioné en la lista, más quería citar un fragmentito del libro)Y me quería resistir a redactar esto, pero mi corazón me está rogando sísísí, escríbelo, escríbelo. Éste personaje que mencionaré a continuación, no se puede considerar una nínfula hecha y derecha, más sostiene esa magia etérea y esa juventud efímera que me hizo volverme completamente demente al descubrir su personaje: Hipatia, la dulce y quimérica jovenzuela que, el Baudolino ya entrado en años, se encuentra en el bosque, paseando junto a su unicornio.
Una entrada breve y mal hecha, pero valía la pena redactar sobre esto. Disfrutad de estas novelillas curiosas y diabólicas. Yo os las dejo aquí, en este post cutre y procaz.

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