martes, 20 de marzo de 2018

La caída a las tinieblas de un hombre supuestamente santísimo: una reseña de "El Monje" de Matthew George Lewis.

Cornelis van Haarlem

Un día en 1794 al joven de diecinueve años, Matthew Gregory Lewis, recién finalizados sus estudios y después de haber leído Los misterios de Udolfo, se le antojó escribir su propia novela de ficción, novela que escribió en tan sólo diez semanas. Nunca dejan de parecerme flipantes estos datos curiosillos sobre la creación de este libro. No recuerdo muy bien como, pero según yo, si mi memoria no me traiciona, al estar trabajando e investigando en mi post sobre el doppelgänger en la literatura, me topé con "Los elixires del diablo", obra escrita por E.T.A. Hoffmann en 1819. Y de ahí, entrando al maravilloso mundo que es Wikipedia, me llevó a encontrar El Monje; se supone Hoffmann escribió Los elixires del diablo, ante lo llamativo que le pareció el éxito de El Monje. Como soy completamente una derrochadora de dinero, y aproximadamente cada mes me hago una pequeña compra de libros por internet (normalmente desde la plataforma de El Péndulo), me conseguí, caprichosamente, tres libritos (ésto en el mes de noviembre del año pasado): Escupiré sobre vuestra tumba, de Boris Vian, editorial Edhasa; Los Elixires del Diablo de Hoffmann, en una edición preciosa y cuidadísima, publicada por Olañeta Editor; y El Monje, en una bellísima edición de tapa dura, publicada por Valdemar. La considero una compra caprichosa, ya que el único libro de precio accesible fue el de Vian; los otros dos fueron un poco más costosos.
Matthew Gregory Lewis.
Conocido también como Monk Lewis, Matthew nació en Londres el 9 de julio de 1775. Fue un escritor, dramaturgo y político británico. Dos de sus obras han sido traducidas al español, ambas editadas por Valdemar.; entre ellas, El Monje, obviamente, y Sospecha. Escribió su novela más aclamada, El Monje, en tan sólo diez semanas. Esta obra siendo de unas 400 páginas. Debido al escándalo provocado entre la gente de su época, Lewis se vio obligado a hacer una segunda edición del libro, censurando diversos pasajes que el proclamaba como puntos de gran importancia para su obra, pero al final publicando un producto igual de atroz. La segunda edición fue publicada en 1798. Después del fallecimiento de su padre, Matthew se hizo cargo de las posesiones de él en Jamaica, regresando posteriormente a Inglaterra. Ocasionalmente visitaba Suiza. En el verano de 1816, Lewis visitó a Mary Wollstonecraft Shelley y a Percy Bysshe Shelley, donde relataron cinco historias de fantasmas, las cuales Percy reunió en su "Diario en Ginebra", que se publicó póstumamente. Lewis viajó a Jamaica nuevamente, en 1818, y en el viaje de regreso a Europa contrajo la fiebre amarilla y murió. Su cuerpo fue enterrado en el mar.

"¡Pero no me engañáis, Ambrosio! No es la virtud lo que os impulsa a rechazar mi ofrecimiento: querrías aceptarlo, pero no os atrevéis. No es el crimen lo que os sujeta la mano, sino el castigo; no es el respeto a Dios lo que os contiene, ¡sino el terror a su venganza! Con gusto le ofenderíais en secreto, pero tembláis confesaros su adversario. ¡Vergüenza para el alma cobarde que carece de valor de ser firme en la amistad y franco en la enemistad!"

El Monje, la gran novela del gótico.
Esta bella novela nos cuenta tres historias, situadas en España; la del servidor de la iglesia, Ambrosio, monje que desde joven, hasta sus treinta años, de nunca haber abandonado sus aposentos, dedicándose ampliamente al Señor, al señor hijo, a la virgen y a sus estudios, comienza a dar sermones en la iglesia de Madrid. Éste conoce a Rosario, quien resulta ser la bellísima Matilde, escondida en un hábito de monje para poder estar cerca de su producto de admiración: Ambrosio. Otra historia, la del Marqués de las Cisternas, Raimundo, y sus hazañas para salvar a su amada Inés. Y, la última, sobre la pequeña encarnación de la inocencia y pureza, Antonia, sobre su madre Elvira, sobre el enamorado Lorenzo de Medina y finalmente, la aparición de Ambrosio en sus vidas. Todas las historias, se encuentran conectadas, enredadas, finalmente todos cruzándose en el camino del otro. Ambrosio, uno de mis antihéroes preferidos, después de descubrir la verdad sobre Rosario, comienza a volverse un maníaco sexual, un depravado, una persona que podría cometer el peor de los males con tal de obtener el objeto de su anhelo: Antonia. Rosario/Matilde es quien le seduce; resulta ser una satanista, una bruja que se las arregla a toda costa de alejar a Ambrosio del amor y misericordia de Dios, haciéndolo caer en manos del Santo Oficio y la Santa Inquisición. Mientras tanto, en el convento Santa Clara, Inés es sorprendida embarazada, y la abadesa al descubrir su crimen, decide tomar cartas en el asunto, secuestrando a Inés, mientras su amante, Raimundo de las Cisternas, va a su salvación; cruza bosques donde le intentan asesinar, se enfrenta a mujeres celosísimas de su amor a Inés, se encuentra con el Judío Errante, entre otras muchas aventuras con el único fin de hallar a su amada. Terror en dosis pequeñas, sutiles, pero se mantiene una tensión constante, psicológica. El Monje es una crítica a la iglesia de su siglo, a su hipocresía y a su doble moral.  La edición de Valdemar gótica cuenta con un prólogo escrito por el magnífico Francisco Torres Oliver (Dios de dioses), así como traducida por él.
Una de las mejores novelas que he leído.
Mi querido tenía ganas de leer algún título de terror. Fuimos a buscar El exorcista de William Peter Blatty a la biblioteca, pero no tuvimos éxito. Finalmente lo encontré en un sitio web, pero tardaría mucho en llegar, así que decidí proponerle leer alguno de los libritos de terror que tengo en mi hogar. Casi todos éstos no los he leído, a pesar de que estén en mi biblioteca personal (sí, sí, me avergüenzo de ello). Pues mi querido me pidió que le prestase El Monje. Lo leyó en no mucho tiempo. Vaya, vaya; resultó gustarle muchísimo, lo cual aumentó mis ganas de leer a Lewis y su Ambrosio. Cuando comencé a leerlo, no sabía por dónde iba a ir (no suelo leer las contraportadas; o no me fío mucho de ellas o terminan arruinándome la trama); ¡qué libro más bello! Como ya escribí, Ambrosio es de mis antihéroes preferidos, sino mi favorito. Al inicio la historia romántica de Raimundo e Ínes, me tomó desprevenida, ansiosa por continuar con el suspenso que comenzaba a florecer entre Ambrosio y Matilde, lo cual me hizo no disfrutar plenamente de este romance al inicio; poco a poco me fue fascinando, y caí enamorada, al fin, con la aparición del Judío Errante (y la razón de su aparición). Otra cosa realmente sorprendente es la manera de entrelazar las historias de Lewis; no te imaginas el cómo y el cuándo de éstos puntos de encuentro entre personaje y personaje. El descenso al infierno del pecador y víctima, Ambrosio, y su desafortunada ceguera ante la lujuria, su vanidad y su arrogancia, es algo que todos deben hacer de su disfrute como lectores. Un libro que me releeré cada grupo de años.

"¡Cómo! dijo. ¿No lograsteis averiguar quién era, ni tuvisteis sospecha alguna de su identidad?
Perdonadme —replicó el marqués. Cuando conté esta aventura a mi tío el duque-cardenal, me dijo que no tenía ninguna duda de que este hombre singular era el famoso personaje conocido universalmente como el judío errante. El hecho de que no se permitiese pasar más de catorce días en un mismo lugar, la cruz de fuego impresa en su frente, el efecto que dicha cruz producía en quien la contemplaba y muchas otras circunstancias, daban a esta suposición visos de verosimilitud. El cardenal está plenamente convencido de ello; por mi parte, me inclino a optar la única solución que parece haber de este enigma. Y vuelvo al hilo del relato, de que me he desviado."

Sobre "El Nuevo Monje" o una pequeña curiosidad extra.
El mismo año que Lewis publicó la segunda edición de El Monje, apareció, ante el gran éxito de la obra de Lewis, una "secuela". Usualmente en esas épocas no era algo inusual que se escribiesen secuelas de autores anónimos. La gran mayoría de estas secuelas eran parodias bastante elaboradas; los autores las escribían aprovechándose de la polémica o fama de la novela parodiada, todo esto por medio de la sátira. Parodiaban los personajes y los dramas, ridiculizando al libro original como propósito. El Nuevo Monje fue escrito por un tal R.S., Esq, prácticamente un anónimo; de él poco se sabe. R.S., al intentar desprestigiar a Lewis con su Monje, la ficción que terminó ilustrando resultó ser terriblemente más grotesca que la que estaba parodiando. El "Ambrosio" de El Nuevo Monje se llama Joshua Pentateuch, quien es un ministro metodista de la ciudad de Londres. Igualmente que Ambrosio, Joshua es reconocido públicamente por su santidad y piedad. Joshua, a pesar de su facha de perfección, está dispuesto a firmar un pacto con el demonio, más no por el amor hacia una dama, sino para conseguir riquezas, poder y... ¡una jugosa pierna de cordero! La historia de R.S. desciende a niveles más macabros que los del relato de Matthew Lewis. El Nuevo Monje fue retirado rápidamente de circulación, sobreviviendo, durante casi doscientos años, en una docena de copias en terrible estado. Esta historia fue rescatada por Elizabeth Andrews quien publicó una excelente edición con múltiples notas valiosísimas para comprender los niveles de obscenidad que El Nuevo Monje abraza. El Nuevo Monje aún no tiene la suerte de haber sido traducido al español, pero podéis encontrar la edición de Andrews aquí.


¡Vaya monje Ambrosio!

Fuentes:
Beringheli, Sebastián, 2016, «El nuevo monje»: secuela de la novela gótica de Matthew Lewis, «El Monje», http://elespejogotico.blogspot.mx/2016/02/el-nuevo-monje-secuela-de-la-novela.html
Ambas citas sacadas de "El Monje" de Matthew Gregory Lewis, traducción de Francisco Torres Oliver, Editorial Valdemar, 2013.

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