Corregio
Imaginaos el ser poseídos. Que una entidad desconocida, maligna se apropiase de tu cuerpo. Incluso si fuese una entidad bienintencionada, el simple hecho de imaginarla tomando posesión de tu cuerpo, expulsándote, o haciéndote perder el control de tus acciones, resulta ser una imagen horripilante para la mente. Dios no lo quiera. El exorcista de William Blatty es la mejor proyección de esta atroz imagen que os he mencionado, una lectura maravillosa, que me ha sorprendido muchísimo. Además vino a juego el hecho que yo no he visto la famosísima película de 1973. Agradezco que de pequeña siempre haya negado el ver el filme y que, ya más grande, nunca se me haya vuelto a presentar la oportunidad de verlo. La edición que conseguí resultó ser una bastante cutre, en realidad. Estúpidamente, lo que me atrajo fue la portada, -¡una pieza de Caprichos de Goya es lo que ilustra el libro!-. Si alguno de vosotros tenéis alguna clase de prejuicio negativo contra este libro, sea por la inmensa fama de la adaptación cinematográfica, o, si piensa que el libro esta sobrestimado, sobrevalorado, dejadme deciros que os estáis perdiendo de algo muy guay.
"Hubo un murmullo de risas algo nerviosas. El decano miró su reloj.
—Bueno, tengo que irme -le dijo a Chris—. Mañana digo misa de seis en la capilla Dahlgren.
—Yo tengo la misa de los irlandeses. —Dyer sonrió alegremente. Después, sus ojos se dirigieron a un lugar de la habitación, detrás de Chris, y dijo de pronto:
—Bueno, parece que tenemos visitas, señora de MacNeil— le advirtió, con un gesto de cabeza.
Chris se dio vuelta. Y no pudo contener su asombro al ver a Regan en camisón, orinando a chorros sobre la alfombra. Mirando fijo al astronauta, pronunció con voz desmayada:
—Usted se va a morir allá arriba.
—¡Oh, Dios mío! —exclamó Chris angustiada, corriendo hacia su hija—. ¡Oh, Dios mío, mi pequeña, ven, ven conmigo!
Tomó a Regan por los brazos y la sacó presurosa murmurando trémula una disculpa al canoso astronauta.
—¡Lo siento muchísimo! ¡Ella ha estado enferma y debe estar sonámbula! ¡No sabía lo que decía!
—Tal vez tengamos que irnos -oyó que Dyer le decía a alguien.
—No, no, quédense —protestó Chris, mientras se daba vuelta un instante—. ¡Por favor, no se vayan! ¡Ya vuelvo en seguida!"
Una vaga y breve biografía de William Blatty.
Nacido en Estados Unidos el 7 de enero de 1928, William Peter Blatty fue un escritor, novelista, guionista y director de cine. Conocido principalmente por su novela El exorcista y, posteriormente, por la adaptación cinematográfica de dicha obra, en la cual se encargó, al igual, de hacer el guión. Ganó el Óscar al Mejor guión adaptado en 1973. Gracias a una extraña admiración a los jesuitas, la cual se refleja notoriamente en su famosa novela, Blatty estudió con ellos. William, tras haber leído sobre un caso verídico de posesión satánica que padeció un chiquillo de 14 años en Maryland, a principios de la década de 1940, quedó tan obsesionado con el fenómeno, que investigó todo lo relacionado con éste. Así, en 1950, comenzó a escribir El exorcista. Su novela se publicó, finalmente en 1972. Blatty escribió once guiones para la pantalla grande. Falleció el 12 de enero de 2017, en un hospital cercano a su casa, situado en un suburbio de Washington D.C, debido a un miolema múltiple y, supongo, a su edad de 89 años.
"-¿Y eso es lo que usted cree que tiene?
—Como le dije, no sé —contestó el psiquiatra, todavía evasivo. Parecía elegir las palabras como elegiría las piedras enmohecidas para cruzar un arroyo-. Es muy poco común para una criatura de la edad de Regan el poder reunir y organizar los componentes de una nueva personalidad. Y ciertas... bueno, otras cosas son desconcertantes. Su actuación con el tablero Ouija, por ejemplo, indicaría una naturaleza en extremo sugestionable, y sin embargo, según parece, nunca la hipnoticé. —Se encogió de hombros—. Bueno, tal vez ella se resistió. Pero lo realmente asombroso —anotó—, es la aparente precocidad de la nueva personalidad. No es alguien de doce años en absoluto. Es mucho, mucho mayor. Y también las palabras que usaba... —Clavó la vista en la alfombra frente a la chimenea, mordiéndose pensativo el labio inferior—. Existe un estado similar, por supuesto, pero no sabemos mucho de él: una forma de sonambulismo en la que el sujeto repentinamente manifiesta conocimientos o habilidades que nunca había aprendido antes, y en la que la segunda personalidad tiene la intención de destruir a la primera. Sin embargo..."
La visita de Pazuzu al cuerpecito de Regan.
Se da inicio a la historia cuando, en Irak, el padre Merrin descubre en una excavación arqueológica una temible estatua del demonio Pazuzu, un semidiós sumerio, haciéndole presentir que, en un futuro no muy lejano, se reencontraría con dicha abominable bestia. Tomemos lo recién contado como una introducción, ya que en el siguiente capítulo se nos presenta otros personajes, ajenos al padre Merrin. Chris, una famosa actriz y madre, se esmera siempre por estar al pendiente de su trabajo mientras mantiene una estrecha relación con su hija, cosa que a veces se le complica. Su hija Regan, de doce añitos, resulta ser una niña tiernísima y cariñosa. Hasta que un día, en el "cuarto de juegos" que se situaba en el sótano de la casa, Chris y Regan deciden jugar, desde una perspectiva cómica e inocente, a la ouija. Cabe mencionar que Chris era atea, y por consiguiente, su hija también. Después de unos días, Chris, que estaba bastante enfrascada con el guión de la película en la que trabajaba al momento, comenzó a notar comportamientos extraños en su hija: actitudes groseras, malhumoradas, berrinches y reacciones agresivas. Vamos, que era lo contrario a lo que solía ser. Chris supone que dicho cambio de conducta se debe a la pubescencia. Pero luego comienzan las cosas alarmantes. Se mueven las cosas de sus lugares y otras desaparecen. Regan realmente comienza a tener una actitud a la ofensiva. Es ahí cuando Chris decide tomar cartas en el asunto y comienza a llevarla a hospitales. Luego a psiquiatras. Regan va de mal a peor, ya que presenta terribles e inexplicables comportamientos: levitación, transformación de rasgos del rostro, vómitos continuos, desencajamiento de huesos, entre otras monstruosidades. Y, finalmente, la lleva al padre Karras, cuando no le quedan explicaciones lógicas. Damien Karras, un peculiar jesuita, tratará de encontrar una explicación científica al caso de Regan, ya que no cree que la hija esté poseída de manera verídica, que son meras actuaciones, un grave caso de hipocondría o una clase de esquizofrenia o enfermedad mental. Pero, intentando apoyar a la madre, hará una búsqueda exhaustiva de "pruebas" que pueda brindarle al obispado, para que le den permiso de realizar el exorcismo que tanto le pide Chris, desesperada.
Creo ya todos se saben la historia al derecho y al revés. Perdón por darles caña con todo el resumen, puede que resulte innecesario. Pero vamos, para hacer un poco más subjetivo y personal este post, mencionaré lo que más me pareció fascinante de esta novela. Primero. Todos los "cuadros clínicos" que se hicieron cuando los médicos trataban a Regan; Blatty menciona una gran variedad de posibles explicaciones a los síntomas de la niña, desde los que son obvios (trastornos mentales, hipocondría), hasta cualquier clase de tumor, fallo interno, que tendría posibilidad de ser el causante. En segundo lugar, me encantó que Blatty haya mencionado sobre la dificultad al pedir permiso de realizar un exorcismo al Vaticano. Sí, antes de presentarse ante el Vaticano, en requerimiento de llevar a cabo una práctica de exorcismo, se debe demostrar que el paciente "poseído" realmente lo está, que no sufra de trastornos, enfermedades o problemas de la índole. Es que el libro realmente te hace cuestionarte si lo que le sucede a Regan es algo proveniente del más allá o algo con una explicación al alcance del entendimiento humano, una simple enfermedad. Y cabe mencionar que el texto contiene escenas terriblemente grotescas e impresionantes, además de palabrejas altisonantes.
En conclusión me encantó. He leído últimamente varios libros de terror, pero, al ser de diferentes siglos, se nota que antes sufrían de censura y del asedio de la iglesia y la gente moralina. Ya sabéis, El monje o Melmoth, maravillas de la literatura gótica, son de un nivel de terror muy bajito y sutil, mientras que la historia de Regan, Karras, Merrin y Chris, es bastante gráfica y explícita. Viene muy bien para tener variedad. Y, si no han visto la película, como su servidora, disfrutarán (o eso creo) mucho más.

No hay comentarios:
Publicar un comentario